No han sido muy afortunadas las últimas declaraciones de Jorge Sampaoli. Se quejó del «nacionalismo» de los chilenos, olvidándose que a él se le han abierto todas las puertas de nuestro país y ganado plata a manos llenas, incluso a través de avisos publicitarios. Tuvo también la osadía de comparar a Mauro Zárate con el «Kun»Aguero y hasta anticipó que, para la Copa América, va a concentrar a la selección chilena …¡ en Europa!
por Gerardo Ayala Pizarro
Sin embargo, la guinda de la torna no se conoció públicamente, pero la hizo saber poco antes de la jornada final, a través de dos de sus voceros más confiables: los periodistas Mario Mauriziano y Juan Carlos Villalta.
Comentando en Radio Agricultura, el primero de ellos dijo textualmente. «Sampaoli no puede creer que dos equipos que juegan tan mal al fútbol como Colo Colo y Wanderers estén disputando el título de campeón». A lo que Villalta agregó: «Más aún, también agrega en el concepto a Universidad de Chile y ratifica lo que piensa Sampaoli respecto al pobrísimo nivel futbolístico, que se ve en nuestra competencia».
Por decir lo menos, me parece una declaración de una deslealtad y una falta de ética y objetividad impresentable. Porque sin decirlo, el entrenador de la selección nacional atacaba directamente a tres colegas de profesión: Martín Lasarte, Emiliano Astorga y Héctor Tapia, cuyo único pecado es no practicar el estilo de juego que le gusta al oriundo de Casilda.
Para Sampaoli y para muchos de los periodistas que lo siguen como adalides, el único entrenador que «se salva» en Chile es Mario Salas. Y la prueba es la campaña casi vergonzosa que le han hecho para que llegue a Universidad Católica, pese a los magros resultados obtenidos en Huachipato.
Por lo mismo, una vez concluido el campeonato, quiero – con mi modesta opinión- reivindicar el nombre y fundamentalmente el trabajo de los tres entrenadores mencionados.
LASARTE, POR RENDIMIENTO, EL MEJOR TÉCNICO EXTRANJERO
Las cifras son indesmentibles: Martín Lasarte ha dirigido en tres campeonatos en el fútbol profesional chileno. Nos referimos al Campeonato de Transición 2013 y al Apertura de ese mismo año, en la banca de Universidad Católica y el recientemente concluido Torneo de Apertura 2014 con Universidad de Chile.
En esos tres certámenes, ha concluido al término de las fechas regulares en primer lugar, cifra que no es igualada por ningún otro entrenador extranjero que haya dirigido en Chile. Mirko Jozic, por ejemplo, que es el técnico foráneo de mejor rendimiento en la época moderna, fue campeón con Colo Colo en 1990, 1991 y 1993, pero quedó segundo en 1992 y comenzó muy mal en 1994, cuando dejó la banca del club popular Colo para pasar a la selección chilena.
Y el propio Sampaloli, a su paso por O´Higgins apenas alcanzó un 40.91% en cuatro campeonatos dirigidos y en la «U«, si bien fue campeón los dos torneos del 2011 y el Apertura del 2012, en el Clausura del 2012 – último año que dirigió a los azules- su rendimiento fue pobrísimo y sólo alcanzó al 45.16%.
Sin embargo, más allá de sus números que son espectaculares, Lasarte también puede exhibir un cúmulo de méritos en esta campaña que ha coronado campeón a Universidad de Chile: tomó y levantó a un equipo que venía casi destruido emocionalmente, lo tuvo puntero desde la primera a la última fecha, contrató muy bien (los uruguayos Corujo y Pereira, Gustavo Espinoza, Cristián Suárez y el goleador Gustavo Canales), recuperó a jugadores que pasaban por un mal momento (Patricio Rubio, Sebastián Ubilla, Ramón Fernández, Gustavo Lorenzetti, César Cortés), respetó a los referentes (el mejor ejemplo es el Pepe Rojas, que retomó la titularidad inmediatamente después que fracasó su traspaso al exterior), armó rápidamente un equipo con una estructura de juego y no dudó en hacer modificaciones cuando lo estimó necesario (por ejemplo, el enroque de piezas entre el propio Rojas con Suárez y la conjunción de Fernández y Lorenzetti en los dos partidos que decidieron el campeonato).
Demasiados méritos a la vista, como para cuestuionarlo, sólo porque no juega «como le gusta a Sampaoli».
Seguramente, porque Colo Colo no fue campeón, no faltarán las críticas para Héctor Tapia, por parte de quienes no le perdonan lo mismo que a Lasarte: «no juega como Sampaoli».
Sin embargo, lo hecho por el joven entrenador de Colo Colo en lo que es su primer año en la banca de un equipo de Primera División es sencillamente notable: ganó 26 partidos entre Apertura y Clausura, empató cinco y perdió sólo tres.
No hay que olvidar que fue a fines del 2013 cuando Tapia se hace cargo de un equipo que daba lástima y desde el primer partido le dio una impronta diferente, impuso un estilo de juego que se acerca a la línea de Salah, Borghi y Sierra y terminó consiguiendo resultados insospechados.
Porque no se trata solamente de haber sido campeón en el Clausura y disputar hasta los últimos cinco minutos de partido el título del Apertura, sino que además tiene en su palmarés un récord que se lo quisiera cualquier entrenador del Cacique: tres partidos jugados con Universidad de Chile y los tres ganados.
Recuperó para Colo Colo jugadores que no valían un peso (Vilches, Fierro, Villar, Pavez, Vecchio), incorporó a cracks de jerarquía incuestionable (Paredes, Valdés, Beasejour, Barroso) y consiguió que el estadio Monumental volviera a repletarse de un público que iba a ver ganar a su equipo y no a gritar contra Blanco & Negro.
Que se equivocó, es cierto. Pero obviamente son cosas propias de su lógica inexperiencia. En ese aspecto, lo más grave es haberse obsesionado con la incorporación de Orellana y negarse a traer otro delantero, que le hizo mucha falta en los partidos decisivos ante la lesión de Paredes.
Algunos también le reprochan el haberse puesto del lado de los jugadores cuando se produjo el problema creado por las declaraciones de Barroso. Opinión que no comparto: entrenador que está del lado de los dirigentes y no de sus dirigidos, puede ser un buen profesional, pero en el fondo es una mala persona. Y Tito Tapia claramente, ese defecto irremediable, afortunadamente no lo tiene.
EMILIANO ASTORGA, UN TAPABOCAS AL ESTABLISHMENT
Cito a otros comentaristas, en intervenciones casi textuales.
Romai Ugarte, a mi juicio el mejor de los profesionales de la nueva hornada, dijo hace algunas semanas en Radio Agricultura: «Uno de los candidatos más firme a venir a Universidad Católica es Emiliano Astorga«.
De inmediato, saltó Mauriziano: «¿Astorga ? Imposible, no es de la línea ni el perfil de Universidad Católica. Además, como entrenador está lejos de lo que es Mario Salas»
Y Juan Carlos Villalta agregó: «Es cierto. ¿A quién le puede gustar como juega Astorga?»
Por esos mismos días, en la Coooperativa, Rodrigo Goldberg comentaba: «¿Wanderers campeón?…No, si ni ellos mismos se creen el cuento. ¿O acaso no han escuchado como habla Emiliano Astorga? Con ese discurso no puede ser un entrenador ganador».
lamentablemente, para esos tres comentaristas y muchos otros que piensan parecido, Emiliano Astorga le pegó tres patadas al «establishment» y termina finalmente a un solo punto de Universidad de Chile, dejando atrás a Colo Colo y habiendo ganado los últimos diez partidos que disputó en el campeonato.
Ni a él ni a Wanderers la presión le pesó para nada, con su «fútbol defensivo» le fue ganando a todos y terminó coronando una campaña sencillamente impresionante.
Y con jugadores que terminaron siendo figuras para pelear cualquier ranking, como el arquero Viana, el central Luna, los laterales Schulz y Barriga, el interminable Ormeño en medio campo y muy especialmente Jorge Luna y Roberto Gutiérrez
Personalmente, para mi, es Astorga el mejor entrenador de este campeonato en que la revelación sin duda que fue Bozán de Barnechea y la gran decepción el argentino Falcioni.
Y para que no se crea que lo de Wanderers fue casualidad ahí está también el ejemplo de lo hecho por Emiliano en la banca de Unión La Calera y Palestino.
Por lo mismo, más respeto para Martín Lasarte, Héctor Tapia y Emiliano Astorga.
Especialmente, de parte suya, señor Sampaoli
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