Medel es el gran ejemplo: de lo que tenemos y de lo que nos falta

Impresionó ver el maltrecho muslo izquierdo de Gary Medel sujeto con cuerdas para que pudiera seguir en la cancha. Habrá que preguntarse porqué jugó en esas condiciones y la respuesta nos llena de orgullo: por las ganas de defender la camiseta roja más allá de lo humanamente soportable; pero a la vez, que Medel haya jugado en esa condiciones, demuestra que Chile tenía un buen equipo en este Mundial…pero no tenía plantel.

por Gerardo Ayala Pizarro

SANTIAGO.- Hubo poderosas selecciones, como las de España, Inglaterra, Italia y Rusia, que se despidieron del Mundial con la rapidez de un ascensor bajando al primer piso. Hubo otras que cayeron y seguirán cayendo en esta etapa de muerte súbita. Y hubo una selección, la nuestra, que también dijo adiós y no pudo superar la valla infranqueable que, para nuestro fútbol, significan los octavos de final de una Copa del Mundo. Sin embargo, la selección chilena puede enjugar perfectamente esas lágrimas de hombre que rodaron por la mejilla de cada jugador, levantar la cabeza y volver con la frente en alto a Santiago, tras plantarle una lucha  cara a cara al local, Brasil, y caer tras una cruel tanda de penales, que premiaron injustamente a un equipo muy mediocre como es este que dirige Scolari. Los jugadores de Chile no merecen reproche porque lo entregaron todo,  durante 120 minutos de incertidumbre y emoción. El mejor ejemplo, lo reiteramos, es Gary Medel, que  fue la viva imagen del esfuerzo, el derroche y su corazón de chileno. Impresionó ver su maltrecho muslo izquierdo, sujeto con cuerdas para que pudiera seguir en la cancha. Habrá que preguntarse porqué jugó en esas condiciones y la respuesta nos llena de orgullo: por las ganas de defender la camiseta de su país más allá de lo humanamente soportable; pero a la vez, que Medel haya jugado en esa condiciones, demuestra que Chile tenía un buen equipo en este Mundial…pero no tenía plantel

El «Pitbull» ,aún en ese calamitoso estados,  hizo un partidazo en defensa, hasta que no pudo más y tuvo que marcharse lesionado en la prórroga, ovacionado y admirado por los poco más de 5.000 hinchas chilenos presentes en el Estadio Mineirao de Belo Horizonte, donde – al igual que el ex defensa de U.Católica- no se achicaron en lo más mínimo ante la masiva ‘torcida’ brasileña. Lograron cantar ‘a capela’ y hasta el final el himno nacional, haciéndose escuchar pese a una sonora y mal educada rechifla de los seguidores de la ‘verdeamarelha’.

Ahora, porqué decimos que lo de Gary Medel es un reflejo de lo que tenemos y de lo que nos falta. Porque ese espíritu del «Pitbull» es el espíritu de todos (no olvidar que Vidal todavía debería estar en etapa de recuperación post operatoria y aún así jugó casi todos los partidos del Mundial) y se puede extrapolar a cada uno de los jugadores que integraron este equipo. Todos, sin excepción, en ese aspecto, respondieron a cabalidad

Charles Aránguiz, por ejemplo, terminó los 120 minutos acalambrado y saliendo casi a la rastra de la cancha. Pero, igual tuvo la personalidad y la hombría para pararse frente a la pelota en la definición a penales y clavar un tremendo balazo en un ángulo alto del arco del espectacular Julio Cesar.

A propósito de la definición por penales, obviamente este partido no quedará entre los mejores recuerdos de Gonzalo Jara. Porque abrió la cuenta para Brasil con un autogol y porque estrelló el penal decisivo en el poste izquierdo del arco brasileño. Aún así, nadie le reprochó nada. Todo lo contrario, en masa fueron a consolarlo todos sus compañeros. Eso ratifica otra virtud de este equipo: es tremendamente solidario. Son todos para uno y uno para todos, en la cancha y fuera de ella.

Esa unión grupal es imprescindible para conseguir éxito. Por esas y otras razones es que Chile, si bien llegó donde habitualmente llega en los Mundiales, en esta oportunidad queda la sensación que se pudo y se puede aspirar a más.

QUE NOS FALTA

Precisamente, por eso, es que la pregunta surge de inmediato: ¿qué es lo que nos falta para estar en un sitial más alto?

Primera cosa, plantel. Lo decíamos: que haya jugado Medel en las condiciones que jugó es porque no tenía un reemplazante a su altura.

Y atención que si estamos hablando de un jugador determinante, es una situación a la que están expuestas todas las selecciones que participan en un campeonato tan exigente como un Mundial. Por lo mismo, hay que tener reemplazantes de similar estatura a la de los titulares.

A Colombia, se le cayó nada menos que Radamel Falcao antes del Mundial y lo más bien que se las ha arreglado para que no se sienta su ausencia. Holanda no tuvo a Van Persie ante Chile y nos ganó igual por 2-0, Argentina perdió por desgarro al Kun Aguero, pero ahi tiene a Lavezzi, Palacio y el Pipita Higuaín.

Nosotros, en cambio, no nos podemos dar ese lujo y por lo mismo entra a la cancha un jugador desgarrado y llevamos al Mundial a otro que se recupera mucho antes de lo aconsejable tras una operación de meniscos. En algún momento, Sampaoli dijo que tenía una lista de 84 jugadores en vista. Si era así, ¿porque llamó al sueco Miiko Albornoz, que al final termina yendo a pasear a Brasil?…Lo mismo que otros de sus compañeros, con los que sucedió exactamente lo mismo. Porque desde el mismo momento en que fueron nominados, todos sabían que no iban a tener ningún minuto en cancha. Que fue lo que ocurrió en el Mundial. Para ganar este tipo de campeonatos tan competitivos y tan exigentes (incluyo en el concepto a la Copa América, que es el desafío que se nos viene) no basta con tener un buen equipo. Hay que tener un buen plantel. Y Chile no lo tenía en Brasil 2014.

Segundo, un crack que gane partidos por si solo

Porque obviamente, ese tipo de jugadores son los que ponen la guinda para la torta en el arco contrario. No pretendemos un Pelé, Maradona, Johan Cruyff e incluso los actuales Neymar, Cristiano Ronaldo y Leo Messi, porque son súperdotados, que nacen muy de cuando en cuando. Pero si estamos epnsando en jugadores como el colombiano James Rodríguez, el uruguayo Luis Suárez (mordisco aparte), los holandese Robin Van Persie y Arjen Robben, el francés Karim Benzema y el alemán Thomas Müller e incluso algunos otros que se fueron tempranamente eliminados, como el inglés Wayne Rooney, el italiano Mario Balotelli y el español David Villa (inexplicablemente postergado por Vicente Del Bosque)

Chile tiene tres, cuatro o cinco jugadores de muy buen nivel, del primer nivel mundial. Nos referimos a Claudio Bravo, a Alexis Sánchez, a Gary Medel, a Arturo Vidal y a Charles Aránguiz. Sin embargo, no tenemos ese crack que gane partidos por si solo, como lo son los anteriormente nombrados. El que está mas cerca de serlo es Alexis Sánchez. El ‘Niño Maravilla’ se revalorizó con el Mundial, brilló en esta Copa del Mundo y anotó dos goles, el primero y el último de Chile. Pero, todavía le falta dar el gran paso. Convencerse que lo que hizo en su mejor momento en el Udinese lo puede repetir en el Barcelona y por supuesto en la selección. Para eso tiene que usar su habilidad para hacer daño más cerca del arco contrario y si desea tirarse atrás necesita mejorar su remate de distancia, para aprovechar las oportunidades que le brindan su talento y habilidad y transformar esas jugadas en gol. Como lo hizo, por ejemplo, James Rodríguez en el primer gol colombiano ante Uruguay. Chile necesita urgentemente un goleador de fuste. Lo que en las eliminatorias anteriores hizo Humberto Suazo, por ejemplo. Y en pasadas selecciones lo fueron HonorinoLanda, Carlos Caszely, Sergio Ahumada, Leonel Sánchez, Marcelo Salas e Iván Zamorano. De cara al futuro, Chile tiene que buscar ese jugador e insistir en muchachos jóvenes que apuntaban para llegar lejos y que se han ido quedando, como Nicolás Castillo y Ángelo Henríquez. Ese tipo de delantero nos falta y lo necesitamos con urgencia. Defensas de mayor envergadura física  Cuando se tiene un jugador como Gary Medel, no importa que sea chico de porte. Porque tiene un corazón enorme que compensa su baja estatura. Pero Medel hay uno solo y es una excepción.

Con tres centrales que perdían generalmente de alto, como los tres que integraron la zona del fondo de Chile, no se puede aspirar a mucho. Es cierto que, en lo individual, sin destacar, el «Gato» Francisco Silva y Gonzalo Jara puede que hayan aprobado, pero no conformaron una defensa sólida, una zaga que diera garantías de impenetrabilidad.

Mal que mal, a Chile le hicieron tres goles con centros aéreos (el primero de Holanda y los anotados por Australia y Brasil); muy mal balance para sólo cuatro partidos y para algo que se anticipaba desde el momento en que se bajó de la nominación a Marcos González y que no se nominó (inexplicablemente a nuestro juicio) a Osvaldo González.

Dijimos que sin un goleador no se puede ser competitivo a nivel mundial. Exactamente lo mismo rige para una defensa sin centrales que midan menos de 1.80. Hay que buscar y trabajar ese tipo de defensas en chicos como Navarrete, Lichnowski, Pulgar y Vidal o en otro algo más experimentado como Enzo Andía. Por nombrar algunos.

Por último, necesitamos un poco más de fútbol

Se sabe que Sampaoli privilegia el aspecto físico, el vértigo y el ritmo por sobre cualquier otra cosa. Y tan mal no le ha ido, por supuesto, eso hay que reconocérselo. Pero, el fútbol ganador necesita también de otros matices, como la cuota de fútbol que pueden aportar jugadores a los que se extrañó en demasía en esta selección chilena.

Personalmente, pensábamos que este Mundial y en particular este partido con Brasil estaban hechos para Jorge Valdivia. Sin embargo, el «Mago»  lo vio desde el banco de reservas y en la instancia clave se privilegió a Felipe Gutiérrez, en un cambio por Eduardo Vargas que todavía no entendemos. Es curioso lo que pasó con Valdivia, porque según los dichos del entrenador, el equipo en el Mundial lo iba a tener como eje principal.

Algo pasó, lo cierto es que no jugó nunca. Y al no haber estado Valdivia en cancha, se entiende porque ni siquiera se hizo el menor intento por retrasar la operación de Matías Fernández o por haber integrado a David Pizarro. ¿Se imaginan el festín que se hubiera dado esta tarde el «Fantasista«, pasando en medio de todos los troncos que puso Scolari en medio campo y metiendo pelotazos a espaldas de los defensas brasileños? Bueno, ya no fue. Y no hay nada que hacerle.

A no engañarse, la conclusión es positiva.

Hemos insistido en los puntos a mejorar, precisamente porque estamos convencidos que hay una base para pretender algo más que una honrosa eliminación por penales con Brasil. Hay jugadores maduros y que ya entendieron lo importante que es el profesionalismo para triunfar en esta actividad. Y lo más importante es que todavía tienen edad como para seguir creciendo. Lo mismo que el entrenador, que está en una escala ascendente y ojala – al igual que sus jugadores- aprendan las lecciones que dejó este Mundial. Siempre he sostenido que Chile no puede pretender ser campeón mundial si es que antes no haya ganado una Copa América. Vamos por la del 2015 entonces, que se juega en casa y que ppodría ser el trampolín del éxito.