Ante del minuto el cuadro lombardo ya ganaba por 1-0 y esa fue la tónica del partido, ya que Barcelona siempre debió remar de atras y empatar tres veces un marcador adverso. Un partido inolvidable para las 50.000 personas que llegaron hasta el ESTADIO Olímpic Lluís Companys y para los millones que lo viweron por televisión a través del planeta fútbol
Otra vez el Barça en una semifinal europea, después de seis años, ante un rival que en las dos últimas confrontaciones entre ambos equipos había sido descaradamente beneficiado por los árbitros. Algún día la canallada de Olegario tendrá revacncha. Quizás será ahora, quizás no, pero al equipo de Flick no se le podrá recriminar que no lo dejará todo en el intento. En un choque trepidante, el Barça igualó por dos veces y no pudo ganar a un Inter muy eficaz, pero se va a Milán exactamente en la misma situación que afrontó ante el Atlético en Copa con el desenlace conocido por todos. Ni tan mal. Sendos goles de Thuram, de tacón, y Dumfries avanzaron al Inter, pero Lamine Yamal y Ferran igualaron. Otra vez Dumfries puso por delante a los italianos y Raphinha, con un golazo, igualó. El tridente de la noche no falló.
El Barcelona tuvo minutos brillantes, aunque con muy poco le hicieron mucho daño. Prácticamente, las tres primeras ocasiones del Inter fueron tres goles, dos de ellos de córner, en lo que ya es una de las grandes asignaturas pendientes de este Barça de Flick. Pese al 0-2 inicial, el Barcelona dominó ese primer acto. Igualó la contienda y fue después, cuando buscaba culminar la remontada, cuando el Inter explotó los riesgos que asumáin los azulgranas., especialmente a través de un Dumfries magnífico en la creación y en el remate.
Garboso inicio del conjunto italiano, que sorprendió y puso el partido cuesta arriba para el Barcelona desde los treinta y un segundos, los que tardó en superar la presión del Barça y sorprender a los azulgranas por la banda, con la subida y centro posterior de Dumfries. Un primer balón al área fue rechazado por Koundé, pero no el segundo, que fue rematado de tacón por Thuram.
A ese inesperado jarro de agua fría reaccionó el Barcelona sometiendo a un Inter que ya se encerraba. Dos intentos de Ferran, muy ajustados, rozaron el gol antes del segundo picotazo del Inter, a la salida de un córner fruto de una rápida transición en un saque de banda: sirvió Dimarco, bajó el balón Acerbi y remató, ante Pedri y Olmo, Dumfries.
Racaneaba, con el marcador de cara, el Inter y merecía mucho más el Barcelona, que acosaba la portería de Sommer. Se veía venir el gol, pese al marcador, y asumió la iniciativa Lamine Yamal.
Inmenso, el crack ejerció de tal. Cogió un balón, superó a MKhitarian con un amago seco y ajustó el balón con la izquierda para marcar el 1-2. Poco después, tiró al palo tras sentar también a Dimarco. Los dos jugadores que vigilaban a Lamine Yamal ya conocían de primera mano al joven crack.
Olmo obligó a Sommer a lucirse rechazando por bajo un remate seco y, poco después, el ‘Tiburón’ Ferran estuvo certero ante puerta tras sus dos intentos anteriores.
Liderado por Lamine Yamal, el Barcelona ejercía una presión cada vez más insostenible para el Inter y Pedri lanzó uno de sus balones mágicos a Raphinha, quien de primeras asistió a Ferran, cuyo remate llegando al sitio preciso fue esta vedz inapelable.
La lesión de Koundé (también se quedó en el vestuario en la segunda parte Lautaro por uin problema muscular) fue otro mazazo para los planes de Flick, al tratarse de uno de los jugadores clave del equipo azulgrana el hasta ahora indestructible defensa francés. Eric ocupó su lugar en el equipo y, poco después, se recomponía la defensa.
Al inicio del segundo tiempo entraba Araujo por Gerard Martín e Iñigo se iba al lateral zurdo, como ya hizo en el último tramo de la final de Copa: un Barça con cuatro centrales, algo insólito. A pesar de la lógica falta de automatismos, el invento aportó solidez, pese a que se perdió capacidad de incisión.
Desde la esquina volvió a golpear el Inter. Iñigo, colosal en acciones defensivas, frustró un avance mandando a la esquina. Pero el servicio fue fatal: Çalhanoglu puso el balón al segundo palo, donde Dumfries superó el marcaje de Dani Olmo y cabeceó a gol.
Respuesta inmediata del Barcelona, también desde el córner: saque de Olmo sorprendente hacia Raphinha, que empalmó un trallazo que dio en el traveseaño, rebotó en el meta y entró.
Golazo para volver a las tablas antes de la entrada de Fermín, que pretendía sacudir al Barcelona entre líneas.
El Barça volvió a la carga con las entradas de Fermín y Gavi, que aportaron energía. Lamine Yamal mandó otro centro-chut al larguero, pero el Inter supo conervar el empate.
/Escrito por Joan Poquí para Mundo Deportivo
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