Al mismo tiempo que Lasarte anunciaba el ingreso de Paulo Magalhaes, en el otro sector del estadio Nacional, Tito Tapia también anunciaba un cambio respecto a la formación que se anticipaba en la semana: Luis Pedro Figueroa por Juan Delgado
SANTIAGO.- En la semana decíamos que a Tito Tapia le quedaba solamente una duda para resolver: ¿Claudio Baeza o Juan Delgado?
Y se decidió por...¡Luis Pedro Figueroa!
Y no es menor la decisión. Porque si bien en el papel se mantiene un ataque con tres puntas, pero a su vez se engrosa el medio campo con un cuarto hombre.
¿Por qué?
Porque Luis Pedro Figueroa transita la raya y ha jugado muchísimas veces como puntero abierto por la derecha.
Sin embargo, cuando el rival tiene la pelota, Figueroa colabora mucho con el medio campo y su defensa
También, como consecuencia lógica, Valdés tiene más libertad para acercarse al arco contrario, jugando en un sector de la cancha donde, hoy por hoy, es el mejor jugador del campeonato.
Además, se confirma la reaparición de Humberto Suazo y Gonzalo Fierro, en tanto que el otro jugador que estaba suspendido, Emiliano Vecchio, irá al banco.
Aunque nunca estuvo en discusión, también se ratifica que la defensa alba irá con línea de cuatro.
Es decir: Villar en al arco; Fierro, Barroso, Vilches y Beasejour.
Y delante de ellos, Esteban Pavez, otro indiscutido, al igual que Jaime «Pajarito» Valdés y el «Chupete» Suazo, que serán salida por derecha y enganche, respectivamente.
En ataque, dos que aseguraron camiseta de titulares hace rato: Esteban Paredes y Felipe Flores.
No es para utópico pensar en los problemas que tendrían Corujo por derecha y Cuevas por izquierda, si se le vienen en tandem, Felipe Flores con Beasejour y Fierro con Delgado.
Ahora, la parte negativa está en que si queda Esteban Pavez solitario para el corte, difícilmente podrá cortar el circuito que establecen Lorenzetti y Maxi Rodríguez con Gustavo Canales, cuando este se recoge para participar en el armado del juego.
Sin descontar a Gonzalo Espinoza, que en su mejor momento fue un creador permanente de juego, en base a pelotazos largos, todos con mucha intención, que mete de derecha a izquierda.
No es fácil, repetimos, la decisión. Porque Tapia sabe que si acierta, puede ganar el partido. Pero, si equivoca, estaría muy cerca de perderlo
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