Fue tema en la semana: médico de River Plate hizo tomar viagra a sus jugadores para combatir los efectos de la altura, en Oruro. Físicamente, dio resultado, porque el equipo respondió hasta el minuto 80. Sin embargo, los efectos colaterales de la «pastillita azul» es que Barovero, un arquero que no falla nunca, literalmente se quedó «parado» en los dos goles bolivianos, convertidos en la agonía del partido.
ORURO.- El club boliviano San José doblegó 2-0 al argentino River Plate en partido disputado en el estadio Jesús Bermúdez de Oruro por el Grupo 6 de la Copa Libertadores de América 2015.
Los tantos fueron anotados en la agonía del partido por Angel Orué a los 80 minutos de cabeza y Gabriel Valverde de tiro libre a los 87.Ambos tantos contaron la total complicidad del arquero Barovero, de River Plate, que no tuvo reacción alguna.
¿Falló en los goles? ¿River perdió por su culpa? ¿La altura jugó su papel?
Todas preguntas. Y todas respuestas brindadas por Marcelo Barovero. “En el primer gol intenté desviarla para que atrás cayera de un lado u otro, pero cayó del suyo. En el segundo se vio que se complica mucho (por la altura), pero no hay excusas”.
Con respecto a lo que pasó en el partido, el 1 dijo: “Fue complicado, pero jugamos bien y nos queríamos llevar al menos un punto. Es una lástima que no nos pudimos llevar algo por el esfuerzo que hicieron mis compañeros. Jugar en la altura no es normal”, sentenció.
¿Y ahora? “Recién arranca esto. A recuperarse el domingo, tenemos mucho que jugar”.
El triunfo ubica a los santos a la cabeza del grupo junto al Tigres de México, que el miércoles goleó 3-0 al peruano Juan Aurich en Monterrey.
Fue un partido bastante equilibrado. San José arrancó con mucho ímpetu y a los 5 minutos ya había generado cuatro oportunidades de gol, tres por arriba.
Tras el vendaval inicial de los ‘santos’, el ‘millonario’ se organizó mejor, armando un eficiente bloque defensivo en el medio campo, que entorpecía la salida de los locales.
San José tuvo varias opciones ciertas de gol en el primer tiempo, pero no las supo concretar e incluso las desaprovechó con cierta ingenuidad, entregando mansamente la pelota al experimentado golero Marcelo Barovero.
River fue ganando espacios y dominando el juego al ritmo de Leonardo Pisculichi, Rodrigo Mora y Gonzalo Martínez.
En el primer tiempo, el plantel de la banda roja desaprovechó dos magníficas oportunidades de ponerse en ventaja, ambas en los pies de su jugador más hábil, Gonzalo Martínez. La primera mitad concluyó con dos opciones de gol para cada plantel.
La segunda parte del partido no mostró mayores variantes tácticas en el planteamiento.
River Plate jugaba más tranquilo con el resultado, no apuraba el partido y jugaba más bien con la desesperación del plantel local que no encontraba el rumbo a la meta rival.
El ingreso de Abdón Reyes en la platilla local le dio más vitalidad a la ofensiva.
Precisamente cuando River parecía seguro de alcanzar un meritorio empate, los santos de Oruro se adelantaron en el marcador con dos goles agónicos que revivieron a su público, aún con la resaca del carnaval del pasado fin de semana.
Hasta el minuto 80 parecía darle razón a River la ‘pócima mágica’ proporcionada por su cuerpo médico, un cóctel de aspirina, cafeína y citrato de sildenafilo (viagra), para que los jugadores tengan un mejor rendimiento en la altura, oxigenen la sangre y respiren mejor. Antes del encuentro habían probado en Argentina sesiones en cámaras hiperbáricas.
Los de la banda roja llegaron al partido con el habitual temor a la altura. Se aprovisionaron de tanques de oxígeno ante la eventualidad de que los jugadores se sintieran asfixiados e incluso exhibió algunos de ellos en la pista atlética poco antes del inicio del lance.
Tampoco descuidaron su hidratación y dispusieron de botellas de agua al borde de campo de juego a lo largo de todo el encuentro.
En la segunda fecha del Grupo 6, River Plate recibirá a Tigres, mientras que San José visitará en la ciudad de Chiclayo a Juan Aurich. Los dos partidos fueron programados para el 5 de marzo.
