La jugada clave del partido se produjo en el minuto 91 cuando a la salida de un córner el arbitro del encuentro, el uruguayo Leodán González, percibió mano de un defensor peruano tras un cabezazo en el área del argentino Nehuén Paz, que probablemente no solo salvó a su equipo sino también la cabeza de su entrenador, el también criticado Cristian Paulucci.

La jugada, muy poco clara, desató las protestas de los peruanos, en particular de Nilson Loyola, que recibió tarjeta amarilla, pero no se revisó ya que en la fase de grupos, y sin que se sepa muy bien porqué, no hay VAR. Zampedri tomó el balón y lo colocó con potencia en la escuadra, a donde no pudo llegar el portero, aunque adivinó su intención.