Lewandowski firmó un doblete, Iñaki Peña fue salvado por el travesaño y el VAR, y regresó Frenkie de Jong en un partido plácido para los azulgranas
Los mejores Barça de los últimos años se han caracterizado por una gran capacidad goleadora. Sucedió con Johan Cruyff, con su discípulo aventajado Pep Guardiola o con Luis Enrique y su irrepetible MSN. También el Bayern de Hansi Flick, y si no, que se lo pregunten al propio Barça. Así que tras la contundente derrota en Pamplona, nada mejor que una goleada en el estreno europeo en Montjuïc. Cierto que el Young Boys no estuvo al nivel mínimo que debería exigirse en esta competición de tanto prestigio, pero hoy en día, firmar una ‘manita’ nunca es fácil.
Hansi Flick salió con todo, un once muy ofensivo aunque con Pablo Torre ‘sacrificado’ en la mediapunta tras enlazar tres titularidades. La Champions no está para bromas y tras el tropiezo en el debut en Mónaco y la visita en tres semanas de un monstruo llamado Bayern de Múnich, el Barça se puso manos a la obra desde el primer minuto.
Un Barça dominador con Lamine dando mucha amplitud en el extremo derecho. El de Rocafonda tuvo la primera a los 4 minutos, una acción con su sello personal, la de irse centrando con el balón en los pies y conectar un zurdazo en rosca. Salió fuera.
Llevaba 7 goles en Liga y le tocaba estrenarse en la Champions. Apenas tardó 8 minutos en marcar el primero. Lewandowski culminó llegando desde atrás una asistencia de Raphinha tras una jugada coral de tiralíneas. Máxima precisión en los pases, eso sí, ante un rival con evidentes carencias.
En el palco, Wojciech Szczesny sonrió y aplaudió el gol de su compatriota y gran amigo. De reojo, seguro que echó una mirada hacia la portería de un Iñaki Peña al que el sector más animoso de la grada coreó su nombre antes de arrancar el choque.
El ritmo del juego decayó con el paso de los minutos, el Young Boys siguió igual de encerrado, y solo Lamine Yamal fue capaz de hacer lo que quiso con sus marcadores. Hajdam seguro que tendrá pesadillas con el canterano azulgrana.
Cuando el partido había entrado en una fase anodina y hasta el Young Boys se lo empezaba a creer con un disparo horrible de Ebrima Colley, libre de marca, a la media hora de partido, apareció Pedri para devolver las cosas a su sitio. El tinerfeño se revolvió y conectó un potente zurdazo que despejó como pudo Keller, el meta de lossuizos, y aprovechó el rechace Raphinha. El brasileño sigue sumando números que le confirman en su mejor momento: son ya 6 goles y 4 asistencias esta temporada.
El Barça de Hansi Flick ya no se quería desenchufar y hasta marcó, y por partida doble, a balón parado. Otro futbolista en una gran forma, Iñigo Martínez, se levantó sobre el atareado Hadjam y cabeceó con fuerza y precisión la falta lateral lanzada por Pedri. Pudieron caer más antes del descanso, sobre todo en un sensacional pase de Pedri a Lamine, al que le falló el control. También es humano.
Más de 45.000 aficionados subieron la montaña y merecían que el equipo no dejara de pisar el acelerador. Solo arrancar la segunda mitad, córner al segundo palo botado por Raphinha, testarazo de Iñigo Martínez a modo de asistencia y Lewy, también de cabeza, al fondo de la red.
Ansu Fati se llevó una ana atronadora ovación cuando salió al verde con cerca de media hora por delante. No tan sonora, pero también aplausos para el regreso de Frenkie. Pero nunca hay que dormirse en los laureles, ni siquiera ante los rivales más débiles, y cerca estuvo el Young Boys de marcar el gol del honor. Monteiro la envió al travesaño.
Por no tener, el Young Boys no tuvo ni suerte. La ‘manita’ se cerró un gol en propia puerta. Balde centró y Cámara rechazó hacia su propia portería. Monteiro vio cómo le anulaban un tanto por fuera de juego e Iñaki Peña salvó su portería con un despeje final. Pocos partidos tendrá el Barça tan plácidos.:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F0c4%2Fe43%2F81d%2F0c4e4381dfd31f1e68491d338cad0737.jpg)
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