
Un gol del exazulgrana y cuatro intervenciones milagrosas del meta italiano permitieron al cuadro francés superar al Arsenal y coger ventaja en la ida de las semifinales de la Liga de Campeones
El PSG golpeó primero. Un inicio arrollador de los de Luis Enrique, con gol de Dembélé a los cuatro minutos, bastó a los parisinos para llevarse del Emirates un preciado botín (0-1) que deberán defender en la vuelta de las semifinales de la Champions League. El Arsenal, que fue de menos a más, mereció un empate que no llegó por culpa de hasta cuatro grandes intervenciones de Giunluigi Donnarumma.
Demasiado pronto iba a golpear el PSG. Y solo podía ser él: Ousmane Dembélé. Apareció el ‘mosquito’ en el círculo central para ayudar en la salida de balón, recibió, condujo hasta zona de tres cuartos y abrió a la banda izquierda para Kvaratskhelia. El georgiano se la devolvió y el exazulgrana, desde la frontal del área, la clavó ajustada al palo largo con un disparo de zurda mordido pero inalcanzable para David Raya.
El primer cuarto de hora fue de un dominio apabullante de los franceses, encerrando a un Arsenal irreconocible. Marquinhos pudo ampliar distancias con un cabezazo al que no logró darle dirección y que terminó en las manos del internacional español, mientras que Khvicha pedía penalti por un claro agarrón de Timber.
Raya, un día más
Medía hora y los ‘gunners’ seguían sin comparecer. Al menos en ataque, pues en la portería David Raya se erigía como salvador del Arsenal con una espectacular mano abajo a disparo de Doué. El posterior golpeo al palo de Kvaratskhelia quedó anulado por fuera de juego.
Prueba del poco peligro elaborado por los de Arteta era que su mejor ocasión ni siquiera terminó con remate entre los tres palos. Tras un inoportuno resbalón en el área de Hakimi, Mikel Merino se disponía a rematar cuando Joao Neves intervino providencialmente para evitar un empate que ya se cantaba en el Emirates.

Gianluigi Donnarumma, felicitado por sus compañeros tras una gran parada / AP
Esa acción animó, y de qué manera, al Arsenal. Primero con un disparo lejano de Saka. Luego con un centro al segundo palo que no logró rematar acrobáticamente Martinelli a puerta vacía en una estirada en falso de Donnarumma. Pudo resarcirse de su error el meta italiano justo antes del descanso, en pleno asedio inglés, con una gran parada con ‘valor gol’ en un mano a mano de nuevo con Martinelli.
El VAR se carga la pizarra
Si el PSG sorprendió con su inicio arrollador, el Arsenal le dio la vuelta a la tortilla en la segunda mitad. No se habían cumplido dos minutos cuando Mikel Merino mandaba al fondo de la red un remate de cabeza.
Sin embargo, tras una larga revisión del VAR, el tanto fue invalidado por fuera de juego, dejando sin premio una preciosa jugada de pizarra ideada por Mikel Arteta y su cuerpo técnico. Sí hubiese valido, en cambio, un remate de Trossard que obligó a Donnarumma a sacar una mano milagrosa digna de unas semifinales de la Champions.
¿Lesión? de Dembélé
Pasaban los minutos en el Emirates mientras los de Luis Enrique calmaban las aguas apagando poco a poco el dominio del Arsenal. El único susto llegó en el minuto 69. Ousmane Dembélé se lanzaba al suelo con aparentes molestias musculares, debiendo ser sustituido por Barcola. Parecía fatigado el líder del PSG, aunque su historial de lesiones no permite ser del todo optimista.

Dembélé, en una acción del partido / AP
Trataba únicamente de controlar el resultado el cuadro parisino. Se olvidó de atacar unos minutos para controlar el duelo desde la posesión por medio de Vitinha. El primer intento francés en la segunda mitad fue un lanzamiento de Kvaratskhelia -trabajador en ataque y también en defensa- desde casi el centro del campo. Muy desviado. A partir de ahí, pudieron incluso sentenciar las semifinales.
Joao Neves lo probó desde la frontal tras una sucesión de errores de la defensa inglesa, con Saliba como protagonista. Antes, Saka había provocado la cuarta parada de un inmenso Donnarumma, que sostenía bajo palos la ventaja de su equipo. Mientras tanto, el Arsenal se salvaba de la sentencia por la falta de efectividad de los hombres de Luis Enrique.
El primero en fallar fue Barcola, que definió desviado un claro mano a mano con David Raya. Segundos después, Gonçalo Ramos se topó con el larguero en un punterazo que llegó a rozar el meta español y que fue lo último del encuentro en el Emirates. Decidirá la eliminatoria el Parque de los Príncipes, pero el PSG tiene ya un pie en la gran final.
/Escrito por Marc Marín para Sport
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