
El Rojo destrozó 5-1 a Boston River y, si gana los dos partidos en Avellaneda, quedará primero en la Sudamericana. Luciano Cabral y Felipe Loyola fueron titulares
Buena noche de Independiente en Uruguay. El Rojo recuperó la memoria, pasó por arriba a Boston River y, aunque había empezado perdiendo, supo darlo vuelta para encaminarse en la Sudamericana.
El arranque no fue el esperado. Los uruguayos se afirmaron en el medio y cortaron todas las vías de ataque. Intentaron explotar las bandas, y así llegó el primero: Agustín Anello ingresó por el lado de Federico Vera, definió cruzado y puso en ventaja al local.
Sin embargo, y pese a lo que le costaba en el juego, Independiente esta vez si fue eficaz. Por ello, cuando Boston River falló abajo, no perdonó: Luciano Cabral recuperó bien arriba y, aunque le hicieron penal, apareció Matías Giménez Rojas para igualar el encuentro.
La igualdad fue un golpe de nocaut para los uruguayos que, aunque no estaban perdiendo, daba la sensación de que si. El Rojo empezó a ganar todos los duelos en la mitad de la cancha, y ahí comenzó a construir. El sanjuanino tuvo el segundo, pero la pelota le quedó encima y no pudo definir bien.
Y el segundo llegó. Por la derecha, Sebastián Valdéz salió jugando y tocó para Diego Tarzia, que envió un centro. Giménez Rojas no llegó a conectar, pero por atrás apareció Lautaro Millán para dar vuelta el duelo.
Independiente era mejor y lo sabía. Ya ganaba en la mitad de la cancha y ganaba en el resultado, solo le faltaba concretar más arriba, algo que no se le daba. De hecho, Álvaro Angulo estuvo cerca de liquidarlo, pero el zurdazo se fue ancho.
La segunda parte arrancó con todo. Ni bien el árbitro pitó el inicio, el Rojo recuperó y empezó a tocar. Así fue hasta que Matías Giménez Rojas habilitó de taco a Tarzia, y el 27 definió cruzado para el 3-1. Golazo total.
El Diablo siguió yendo, presionando. Quería golear, no quería dejar dudas en el resultado, y así fue. Cuando Tarzia definió flojo, un defensor lo tocó en el área y, mediante el VAR, el juez pitó penal. Desde los doce pasos y con gran categoría, Giménez Rojas anotó su doblete y puso el 4-1 .
Y no fue todo, aún faltaba más. Cuando el partido se moría, Diego Tarzia encaró por la izquierda con mucho criterio y envió un buscapié. En el corazón del área apareció Santiago Hidalgo, quien solo tuvo que empujarla y marcó el 5-1 definitivo.
/Infierno Rojo
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