Segundo tiempo: Universidad de Chile le gana 2-1 a Palestino en Santa Laura

Con muchísimo calor se jugó en el estadio Santa Laura, lo que no fue obstáculo para que una gran cantidad de hinchas azules llegara hasta el recinto de la Plaza Chacabuco.

Tampoco fue inconveniente para que Universidad de Chile desde el primer minuto aplicara una presión intensa y llegara en velocidad, especialmente por el sector derecho para complicar absolutamente a la defensa de Palestino.

Así, de esa forma y cuando apenas se jugaban 3 minutos de juego, tras un saque lateral que pilló desconcentrada a la defensa árabe, se filtró el Nico Guerra, ganó línea de fondo y su centro fue empalmado en la boca del arco por Lucas Di Yorio.

Se repitieron los actores y se repitió la misma conclusión en el minuto 18´: segundo gol de Universidad de Chile. Esta vez la jugada se inició en medio campo, pared entre Guerra y Di Yorio, que llega para el toque final a la red, aumentando así a dos su cuota personal en menos de 20 minutos.

Y antes de los 25 minutos pudieron quedar 3-0: otra vez absolutamente desubicada la defensa palestinista, el que se filtra ahora es Nicolás Fernández, al mejor estilo de Fabian Hormazábal y cuando eludía al Zanahoria Pérez, el arquero lo derribó.

Penal claro, cobrado de inmediato por Miguel Araos. Le pidió la pelota Nico Guerra  a Charles Aránguiz y éste accedió. Mejor no lo hubiera hecho, porque el remate del delantero azul a la derecha del arquero fue muy bien contenido por el Zanahoria. Pudo haber sido el 3-0 y la lápida para Palestino.

Y como hay una ley no escrita en el fútbol que dice que el gol que no se convierte en el arco contrario se sufre en el arco propio, lógicamente esto debiera darse con mayor razón si se desperdicia un penal.

Y se dio no más: minuto 32´y esta vez la que se duerme en un saque lateral fue la defensa de Universidad de Chile, que dejó descuidado en el área a Fernando Meza y el cabezazo del defensa central terminó en el fondo del arco de Gabriel Castellón.

Por si esto, no fuera un cambio rotundo en un penal que pudo quedar 3-0 y el rival se puso 2-1, vino de inmediato el segundo y terrible balde de agua fría para Universidad de Chile: en una refriega, cayó Charles Aránguiz al suelo y tomó la pelota con las manos. Riquelme anteriormente ya le había mostrado tarjeta amarilla y por ende no quedaba otra que la expulsión. Que trae doble consecuuencia para «EL Principe», porque dejó a su equipo con 10 jugadores y se pierde el Clásico con Universidad Católica.

Para no despotenciar el medio campo, Gustavo Álvarez determinó el ingreso de Javier Altamirano por Ignacio Tapía, modificando la línea de tres por una línea de cuatro con Fernández, Ramírez, Zaldivia y Salomoni.

Casi al terminar el primer tiempo, otra vez pudo liquidar el partido Universidad de Chile. En una rápida contra, Javier Altamirano dejó solo a Maximiliano Guerrero, que enfrentó a Pérez y otra vez se lució el arquero al achicar y evitar un gol que parecía inminente.

Se fueron así al descanso. Un partido que podía estar resuelto para Universidad de Chile quedó absolutamente abierto, porque Palestino se puso a un gol de diferencia y está con un jugador más en la cancha.

Lucas Bovaglio mandó a la cancha a Jason León al comenzar el segundo tiempo y a los pocos minutos ingresaron Ronnie Fernández y Junior Arias reemplazando a Junior Marabel y Julián Fernández.

Gustavo Álvarez respondió poco después con tres cambios: a la cancha Israel Poblete, Leandro Fernández y Sebastián Rodríguez. Salieron Marcelo Diaz, Nicolás Guerra y Lucas Di Yorio.

En cuanto al planteamiento en cancha, el de esperar: Palestino teniendo la inciativa y jugando el partido en las cercanías del área de Universidad de Chile. Y la U muy ordenada en el fondo, esperando con dos líneas de cuatro y dejando para la contra solamente al Lea Fernández.

En los minutos finales, al ver que su delantera no podía superar el compacto bloque defensivo azul, liderado en gran forma por Matías Zaldivia, el entrenador visitante mandó a la cancha a Bryan Carrasco por Jonathan Benítez, en un intento por abrir la cancha y buscar entrada por las puntas.

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