
Mientras se definen los detalles administrativos para que firme el nuevo técnico, el plantel xeneise – incluído los chilenos Carlos Palacios y Williams Alarcón- se reintegró tras las mini vacaciones de cinco días que les dio el club.
EL PLANTEL DE BOCA volvió al trabajo este martes luego de una semana de licencia para descansar y resetear el chip tras el disgusto de quedar afuera del Torneo Apertura. La mira ya está puesta de lleno en el Mundial de Clubes, aunque falta algo muy importante.
En efecto, aunque ya se sabe que Miguel Ángel Russo será el reemplazante de Fernando Gago, todavía hay barreras administrativas y económicas que impiden oficializar sus funciones. Una era la rescisión de Pintita, que se materializó en las últimas horas, y otra es la desvinculación definitiva del nuevo DT de su anterior club, San Lorenzo, que tras su renuncia depende de reuniones con la dirigencia del Ciclón que aún no se dieron.
En la ingeniería de la desvinculación de Miguel de San Lorenzo aparecen una deuda que reclama el DT y un resarcimiento que piden desde el club de Boedo por la interrupción anticipada de su contrato. Hay que encontrar el punto medio para acordar.
Mientras tanto, en una desapacible jornada en el predio de Ezeiza con la lluvia como protagonista, los jugadores se movieron bajo la batuta Roberto Pompei y Silvio Rudman, quienes dirigen en las inferiores, y el preparador físico Cristian Aquino, quien tuvo mucho protagonismo porque el acento se puso en la parte física.
Los más optimistas en Boca confían en que la situación de papeles de Russo con la entidad Azulgrana se arregle lo antes posible e, incluso, pueda estar desde este miércoles a la cabeza del elenco Azul y Oro.

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