
La roja ha sucumbido al foso de la tabla de clasificación sudamericana para el próximo mundial del 2026, ubicándose en la décima (y última) plaza, faltando solamente 4 jornadas de juegos para terminar las eliminatorias. Con tan solo 10 puntos y una diferencia de goles de -12, aleja rotundamente las posibilidades de acceder siquiera al repechaje lo cual sin duda, ha impactado en la moral de los jugadores, aficionados e inclusive, en las diversas casas de apuestas, tal como podemos indagar en el servicio web https://www.rectoriaudec2018.cl/mejores-casinos-online/. ¿A qué se debió esta caída? Si bien muchos aficionados vincularán este decepcionante rendimiento de la roja a la “mala suerte”, o cierto es que influyeron varios factores que pesaron sobre la selección nacional. Indaguemos en las causas principales por las cuales la selección chilena se hundió en lo más profundo de la tabla de clasificaciones.
Falta de recambio generacional
Uno de los principales factores que incidió en el bajo rendimiento chileno fue la dificultad de consolidar una nueva generación de jugadores tras el ocaso de la llamada «generación dorada» liderada por figuras como Arturo Vidal, Alexis Sánchez y Claudio Bravo. Si bien esta generación chilena se llevó las Copas América de 2015 y 2016, actualmente ya comienzan a presentar un declive físico y la falta de relevos pesaron en ello. En efecto y si bien se dijo que hay un relevo generacional en marcha, lo cierto es que esta transición generacional no se ha completado. Vale reseñar que el técnico Ricardo Gareca ha apostado por jugadores jóvenes como Vicente Pizarro y Lucas Cepeda, pero estos carecen aún de la experiencia necesaria para liderar en un torneo tan exigente como las eliminatorias sudamericanas. Además, la ausencia de figuras clave, como Ben Brereton Díaz, y la exclusión de veteranos como Mauricio Isla, evidenciaron la falta de un núcleo sólido que combine juventud y experiencia.
Inconsistencia táctica y técnica
Otro hecho a reseñar es que la gestión táctica de Ricardo Gareca ha resultado ser inconsistente. A pesar de su experiencia previa con Perú, Gareca no ha logrado implementar un sistema táctico de juego claro. Chile ha mostrado una gran fragilidad defensiva, y prueba de ello son los 21 goles recibidos en 14 partidos, el peor registro de la eliminatoria hasta ahora. Ofensivamente, el equipo ha tenido poca efectividad, con solo 9 goles anotados, superando solo a Perú que lleva 6. Partidos como la derrota 4-0 ante Colombia en la pasada jornada 10 y el 1 – 0 ante Paraguay en la jornada 12 reflejan un gran problema en la organización defensiva y la incapacidad para capitalizar oportunidades. La falta de un creador de juego ha limitado las opciones ofensivas, dejando a delanteros como Eduardo Vargas prácticamente sin apoyo.
Pérdida de confianza y conflictos internos
La moral del equipo ha sido afectada indudablemente por esta racha de malos resultados y tensiones internas. Chile, además de acumular nueve derrotas en 14 partidos, no ha ganado desde su victoria 4-2 ante Venezuela en la jornada 12 que se llevó a cabo en noviembre del año pasado. Esta racha incluye cinco derrotas consecutivas hasta octubre de 2024, lo que ha minado la confianza de los jugadores. Además, incidentes como la salida de Carlos Palacios de la concentración por disputas internas, reflejan problemas de cohesión. La presión de no clasificar al Mundial por tercera vez consecutiva, tras las ausencias en 2018 y 2022, agrava la situación, generando un ambiente de incertidumbre.
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