
Fue 1-1 y si bien el equipo español lo pudo ganar porque Valverde perdió un penal en el último minuto, el equipo saudí le opuso gran resistencia y por momentos lo superó en el juego
Milagros, a Lourdes. El Madrid siguió siendo el Madrid, pese al relevo de entrenador y dos fichajes que ya se necesitaban en diciembre. Xabi Alonso remedió la ausencia de Mbappé, enfermo, con la solución natural, Gonzalo, y su primera apuesta como entrenador blanco le salió estupenda. Porque el canterano marcó el 1-0 y fue declarado MVP. El técnico remedió con los cambios la floja primera parte, pero volvió a fallar en el remate y a perdonar un penalti, esta vez de Valverde. Al Hilal empezó dominando y acabó explotando el contragolpe para obtener un empate de mucho mérito.
Porque los saudíes fueron mejores de inicio. Con los extremos brasileños y la intención de presionar arriba, el Madrid se vio superado por juego. Al Hilal tiene futbolistas notables, curtidos en la alta competición: Rubén Neves, Milinkovic-Savic, Koulibaly, Lodi, Bono, Cancelo… Funcionan además como un bloque equilibrado, lo que trata de construir Xabi Alonso. A los dos minutos ya tuvo que intervenir Courtois tras un remate de Milinkovic-Savic, como si estuviera en la Lazio. Antes de los 20 minutos anotó Lodi, carrilero zurdo, como si corretease por el Metropolitano. Arrancó en fuera de juego, pero aprovechó el carril de Trent, menos atento en defensa que cuando se incorpora a la medular con balón. Tiene buen pie y aportará. Mucho.
En las salidas blancas, pese a contar con nombres rutilantes, quien más y mejor se ofreció fue Gonzalo, ofreciéndose y descargando. En la primera que pudo girar desde campo propio combinó con Vinicius, se desmarcó por la izquierda mientras la pelota transitaba por derecha y acudió a rematar el centro cruzado de Rodrygo. En semifallo, vale. A la jaula. Que es lo que cuenta.
El 1-0 asentó al Madrid un ratito. Huijsen tiene ojo clínico para encontrar los pases verticales. Conectó con Bellingham y éste abrió a Gonzalo, pero falló el control y perdió el 2-0. Más grueso fue el error de Asencio, que se confió ante Marcos Leonardo y concedió un penalti absurdo. Rubén Neves anotó para premiar la valentía y el buen juego del equipo saudí.
Entró Güler tras la pausa. No fue un cambio natural, porque relevó a Asencio. Tchouaméni como central, Valverde al pivote. Al minuto desbordó Vinicius, Arda remató al larguero, insistió Vini y Gonzalo remató arriba, de cabeza. Sacó Bono el remate a quemarropa. El caso es que el cambio hizo al Madrid más divertido. Atacó más. Concedió también atrás, claro. Con Huijsen notable, como si llevara toda la vida soportando el peso de la defensa blanca. Y ahí empezó a acusar el esfuerzo Trent. Tan exhausto se le vio en una carrera de Marcos Leonardo que obligó a su sustitución. Entró Lucas, que está de salida. Lo demostró en un duelo al que fue blando. La perdió y Marcos Leonardo remató arriba, en buena posición.
Entró también Brahim. Por Rodrygo, que hizo poco. Como Vinicius. Pero se fue primero Goes, que sigue mustio. Díaz generó una buena opción por la derecha que acabó con centro atrás para el remate de Valverde. Mejor en el eje. El calor y el cansancio vaciaron a Vinicius y Bellingham. Entró Modric, que puso en pie el Hard Rock Stadium. Cambió también Inzaghi las dos bandas, agotadas. Y en otra acción residual tuvo la opción de ganar el Madrid. Fue a presionar Fran García a Alqahtani que braceó y golpeó al lateral blanco. Llamaron del VAR a Tello y cobró el penalti. Valverde asumió la responsabilidad y tiró mucho peor que desde fuera del área. Centrado, fácil para un buen meta como Bono. Tuvo otro cabezazo Gonzalo, que lo remata todo, pero no hubo más. No bastó la mejoría para ganar el primer partido de Xabi Alonso. Ya sabe todo el trabajo que tiene por delante. Que es mucho.
/José María Rodríguez para Marca
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