
En conversación con En Cancha, el histórico preparador lanzó duras acusaciones contra Bravo, especialmente a un conflicto derivado de las clínicas deportivas que ambos iniciaron en Chile.
“Cuando él todavía estaba en el Barcelona, me dijo que quería hacer algo especial en su complejo. Yo tomé esa inquietud y la organicé con todo lo que había aprendido afuera. Hicimos una clínica para 80 arqueros, algo que nunca se había hecho en Chile», comenzó relatando.
“Como Claudio tenía nombre, abrimos inscripciones para 80 y se anotaron 120. Así que al final hicimos dos clínicas, para 160 arqueros. Hicimos varias: en su complejo, en Iquique… pero después me fui a Estados Unidos. Y ahí es cuando deja de llamarme. Si él hubiese querido hacer más conmigo, bastaba con levantar el teléfono, pero no lo hizo”, continuó.
En esa misma línea, Rodríguez comentó que “él siguió haciendo clínicas con el mismo método, la misma organización, pero ya sin mí. Y eso duele. Todo eso que hoy se hace, salió de mí. No es por ego, es un hecho. Es mi idea, mis programas, mi experiencia en Europa».
“Yo lo adapté a Chile porque él me lo pidió. No me pidió autorización para seguir usando mi trabajo, ni me incluyó, ni me llamó. Y eso fue duro. Porque uno espera al menos un: ‘Oye, ¿puedo ocupar esto? ¿Quieres sumarte?’. Pero no pasó“, agregó.
Rodríguez remarcó que lo ocurrido con Bravo “fue una falta de respeto, porque está lucrando con algo que armamos juntos, basado en mis conocimientos. Y nunca se me reconoció ni se me pidió permiso”.
«Me da pena. Sería justo, pero me cuesta mucho llegar a eso. Me duele más por el vínculo que teníamos. Lo conocí a los 12 años, caminamos juntos en lo deportivo. Éramos familia”, sostuvo.
Por último, Rodríguez explicó que Bravo “no contesta. No quiere hablar conmigo y yo no entiendo por qué. Nunca me dijo qué pasó, nunca se despidió, nunca me dio una razón. Simplemente, dejó de llamarme”.
/T13
Facebook
Twitter
Instagram
YouTube
RSS