Una auténtica caldera. Eso fue el Spotify Camp Nou, al máximo de su capacidad actual, con 45.205 espectadores que presenciaron un auténtico partidazo, un espectáculo futbolístico de máximo nivel a la altura de los duelos entre Barcelona y Atlético de toda la vida.
Triunfo descomunal tras un partido con alternativas, goles, intensidad y un ritmo propio de la Premier. Baena avanzó al Atlético, pero un Pedri magistral dirigió las operaciones para que Raphinha en la primera parte y Olmo en la segunda remontasen. Tras unos minutos en modo supervivencia, Ferran Torres hizo el tercero y el Camp Nou estalló en una fiesta orgásmica de una afición que, en casa, llevó en volandas al equipo.No se le puede pedir absolutamente nada más a Pedri después del partidazo que se marcó. Controló, oxigenó, puso orden, aceleró, frenó, activó a sus compañeros y puso tres pases que acabaron en dos goles y en un penalti fallado por Lewandowski. Un tesoro. Y otro, Raphinha, que progresó en minutos tras su reaparición. Dio otra lección de entrega y liderazgo y volvió a marcar. Frente a ellos, un Atlético ambicioso.
Al choque entre los dos mejores equipos, ahora mismo, de LaLiga, no le faltó de nada. Hubo pugna por la posesión del balón desde el primer momento, con ritmo alto, intensidad y valentía por parte de ambos equipos. Aunque tradicionalmente a Barcelona y Atlético le definen dos estilos diametralmente opuestos, ni el conjunto de Flick renuncia a explotar los espacios a la espalda de la defensa rival para lanzar transiciones ni el de Simeone se encierra en su parcela eliminando espacios.Con esta premisa, el arranque de partido mostró a un equipo colchonero con voluntad de tener el balón y dominar y los iniciales tímidos avisos azulgranas de cara a portería llegaron a la contra: sendos intentos lejanos de Raphinha y Lamine Yamal con un Atlético disciplinado en el repliegue. Y, sin embargo, el Atlético picó a la primera que tuvo.
A Nahuel Molina le llegó un balón con el Barça instalándose en campo rival y lanzó un pase vertical de tiralíneas que se convirtió en aistencia de gol a Baena. El centrocampista rompió por milímetros, por un Cubarsí algo retrasado, el fuera de juego, avanzó en solitario y superó a un Joan Garcia que aguantó, desplegó brazos y piernas y tapó el espacio tanto como pudo. Fue insuficiente y, tras revisión del VAR, gol.
La desventaja en el marcador estimuló al Barça para destapar el tarro de las esencias. Fue un equipo intenso, presionador, que jugaba al primer toque y que tenía en Pedri a su mariscal de campo. Del canario salió el pase a Raphina que el brasileño culminó driblando, en plan clásico, a Oblak antes de rematar a gol. Y también Pedri fabricó otra jugada clave.
Dio un balón a Olmo, que controló y fue zancadilleado justo en el área por Barrios mientras se giraba. Lewandowski falló estrepitosamente mandando el balón al hiperespacio, en dirección a esa Tercera Graderia en la que todo está aún manga por hombro. El delantero polaco, reñido con el gol desde su ‘hat trick’ en Balaídos, estuvo a punto de redimirse a continuación, al rematar un centro de Lamine Yamal con toda la rabia. Forzó un paradón de Oblak.
En uno de los pocos partidos del año en los que el Atlético tiene a favor el vocerío de la Caverna, se pidió expulsión a Gerard Martín por una dura entrada por detrás a Giuliano. Era simplemente amarilla y el Barcelona pudo jugar con once la segunda parte, que comenzó con el mismo ritmo trepidante, agotador.
Rozó el gol Raphinha con un remate demasiado cruzado a pase de Lamine Yamal y dio un centro envenenado al área al que no llegó Lewandowski por los pelos, mientras el Atlético lograba imponer un ritmo de ida y vuelta ante el que se rebeló, cómo no, Pedri. El canario aceleró una jugada iniciada por Eric y dio otro pase diabólico a Olmo, que combinó con Lewandowski, se internó y batió a Oblak.
A Pedri la batería se le agotó a un cuarto de hora del final, mucho más de lo recomendable. También se fue Raphinha y había caído poco antes, tras marcar, Olmo, por lo que el Barcelona entró en economía de subsistencia. Lo detectó Simeone, que quiso intimidar con Griezmann. Quien perdonó fue Almada, tras entrar en el área y rematar ante Cubarsí y Joan Garcia, que aguantaron tanto como pudieron. Primera advertencia seria. Cinco centrales con Christensen y a aguantar, con Rashford, a la contra, forzando a Oblak y Ferran Torres cerrando la cuenta con un Dro tan bisoño como gigantesco en un día grande. ¡¡¡Partidazo!!!!
FICHA TÉCNICA
FC Barcelona, 3 At. Madrid, 1
FC BARCELONA: Joan Garcia (3); Koundé (3), Cubarsí (2), Gerard Martín (3), Balde (3); Pedri (4) (Casadó (2), 73′), Eric (3), Olmo (3) (Rashford (2), 67′); Lamine Yamal (2) (Christensen (2), 87′), Lewandowski (2) (Ferran (3), 67′), Raphinha (3) (Dro (3), 73′)
AT MADRID: Oblak (3); Molina (3), Giménez (2), Lenglet (2), Hancko (2); Giuliano (2) (Sorloth (1), 62′), Johnny Cardoso (s.c.) (Koke (1), 14′) (Griezmann (1), 75′), Barrios (3), Álex Baena (3) (Almada (1), 62′); Julián Álvarez (2), Nico González (1) (Gallagher (1), 46′)
GOLES: 0-1, Baena, 18′; 1-1, Raphinha, 26′; 2-1, Olmo, 64′
ÁRBITRO: De Burgos Bengoetxea (0), Comité Vasco. Tarjetas a Baena (41′), Gerard Martín (45+2′)
ESTADIO: Spotify Camp Nou. 45.205 espectadores

/escrito por Joan Poquí para Mundo Deportivo

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