Dos meses después de los hechos de violencia en Avellaneda, ante Independiente, disputará en el país la semifinal de la Copa Sudamericana contra Lanús.
Dos meses después de los hechos de violencia en Avellaneda, ante Independiente, disputará en el país la semifinal de la Copa Sudamericana contra Lanús.
UNIVERSIDAD DE CHILE viaja este miércoles a la Argentina, a la que volverá dos meses después de los luctuosos hechos de violencia que hicieron suspender el partido con Independiente en Avellaneda por los octavos de final de la Copa Sudamericana que trajo posteriores sanciones.
Tras el entrenamiento de la mañana, el grupo de futbolistas abordó el micro hacia el aeropuerto y recibió el apoyo de una gran cantidad de hinchas.
Todavía están frescas las imágenes del horror con la provocación de los hinchas chilenos desde mucho antes de que se iniciara el partido, la agresión a sus pares del Rojo y los enfrentamientos cuerpo a cuerpo en la tribuna que terminaron con varios heridos. Por eso, se montará un férreo operativo de seguridad para garantizar el normal desarrollo de la situación.
Tras el 2-2 en Santiago de la semana pasada en la semifinal de ida con Lanús ahora será la vuelta en el estadio Granate y el plantel dirigido por Gustavo Álvarez se hospedará en Ezeiza por recomendación de las autoridades, para estar en las afueras de la ciudad y a resguardo de posibles agresiones.
Es cierto que no viajarán hinchas de la U, pero la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide) armó un operativo en pos de evitar todo tipo de conflicto y le envío al club con sede en Santiago las recomendaciones pertinentes para tener una estadía sin inconvenientes.
El hecho de alojarse en la mecionada localidad bonaerense hará que el traslado al estadio Néstor Díaz Pérez este jueves sea mucho más directo, por un camino que atravesará la General Paz y cruzará el Puente de La Noria sin adentrarse en la ciudad de Buenos Aires ni pasar por Avellaneda. Todo estará bajo el control de la Policía provincial.
Por un lapso de 14 partidos internacionales, los chilenos no podrán contar con el apoyo de su público, lo mismo que Independiente, por lo que se pidió a Lanús que no abriera la inscripción a nuevos socios en estos días para evitar que pudieran a través de esa vía registrarse la presencia de infiltrados en las tribunas.
También hay mucho celo sobre a quiénes se ceden las entradas de protocolo que reparten tanto Lanús como la CONMEBOL, para que no caigan en manos de fanáticos visitantes.
/ElGrafico
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