
EL conjunto nipón desnudó todas las falencia de la Roja y le ganó en el nacional por 2 a 0 dejando a la selección nacional en una incomoda posición, donde deberá definirá su paso a la siguiente ronda en la última fecha.
Chile Sub 20 tuvo una noche triste y para el olvido ante Japón que le ganó con jerarquía pro 2 a 0, desnudando muchas falencias del cuadro nacional que pro sobre todo tuvo muy poca claridad y calidad a la hora de definir las pocas jugadas de gol que se creó.
Japón mostró un gran trabajo colectivo y de mucha preparación estratégica, con transiciones de juego muy rápidas, a diferencia de lo que hizo Chile, que a pesar de contar con mayoría de posesión del balón, el juego no fue fluido y las individualidades tampoco aparecen.
JAPÓN MARCO DIFERENCIA CON ÓRDEN Y APROVECHANDO SUS OCASIONES
En la previa estaba escrito: Japón sería el examen más exigente para Chile en la fase de grupos del Mundial Sub 20. Y la predicción se cumplió. En el Estadio Nacional, la selección dirigida por Nicolás Córdova sufrió una dura caída por 2-0 frente a los Samurai Blue, resultado que deja a la Roja con más preguntas que respuestas en su trigésima participación en la cita planetaria de la categoría.
Ambos llegaban con un triunfo en la primera jornada. Japón había superado con autoridad a Egipto, mientras que Chile había debido sudar hasta el último minuto para imponerse sobre Nueva Zelanda, en un duelo marcado más por la tensión que por el fútbol. Para este encuentro, Córdova apostó por dos cambios: Patricio Romero reemplazó a Nicolás Suárez en la banda izquierda y Willy Chatiliez ocupó el lugar de Vicente Álvarez en ataque.
La Roja arrancó con ímpetu, presionando alto y complicando a los nipones durante los primeros pasajes del partido. Sin embargo, esa energía inicial se fue diluyendo y Japón empezó a imponer su estilo: orden defensivo, recuperación rápida y ataques directos. Mientras tanto, el delantero Juan Francisco Rossel, referencia ofensiva de los locales, batallaba sin mayor compañía.
El primer aviso serio llegó a los 19 minutos, con un tiro libre preparado que casi abre la cuenta para Japón. Chile respondió a los 23’ con un remate desviado de Agustín Arce, pero cada aproximación nacional parecía requerir de un esfuerzo extra, mientras que los asiáticos se movían con un libreto claro.
La polémica apareció pasada la media hora, cuando el árbitro marroquí Jalal Jayed sancionó un penal dudoso de Matías Pérez. Tras revisar la acción, ratificó la decisión, pero Sebastián Mella se vistió de héroe al contener el disparo de Takaoka. No obstante, la alegría duró poco: antes del descanso, Emiliano Ramos salió lesionado entre lágrimas, obligando a un nuevo ajuste en el equipo.
En el complemento, Chile tuvo una ocasión clara en los pies de Chatiliez, pero el delantero no estuvo fino en la definición. Y lo que no se concreta en un arco, suele pagarse en el otro. A los 55’, otro penal, esta vez más evidente tras una falta de Chatiliez, permitió al capitán Rion Ichihara abrir la cuenta con un disparo seguro al centro.
Córdova movió las piezas, adelantó las líneas y buscó variantes, pero la falta de claridad en los últimos metros fue el denominador común. A los 82’, Yumeki Yokoyama liquidó el duelo con un remate cruzado que silenció Ñuñoa y sentenció el 2-0 definitivo.
El resultado complica a Chile, que ahora está obligado a jugarse la clasificación en la última fecha frente a Egipto, colista del grupo tras dos derrotas. El duelo del viernes se perfila como una verdadera final para una Roja Sub 20 que necesita reencontrarse con su fútbol si quiere seguir soñando en casa.
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