Los viejos rockeros nunca mueren, y los delanteros goleadores son eternos y jamás se cansan de meter goles, ya sea en Holanda, Inglaterra, España, Uruguay o Brasil. Así es Luis Suárez.
El delantero charrúa debutaba con su nuevo equipo, Gremio de Porto Allegre, como titular en el partido ante Sao Luiz de la Recopa brasileña y únicamente tardó cinco minutos en estrenarse como goleador de su nuevo equipo al recoger un balón largo muerto en el área para hacer una vaselina al primer toque y convertir un golazo propio de un delantero de su altura.
A los 30 minutos llegaba su segundo gol. Esta vez en un contragolpe, en una de sus especialidades, el mano a mano con el portero, donde éste casi nunca tuvo nada que hacer cada vez que tenía en frente a Luis Suárez. Pues en Brasil pasa lo mismo, cara a cara ante el meta, fijar un objetivo y un nuevo tanto para el charrúa.
8 minutos más tarde otro arte que también controla y domina a la perfección. Saber estar en el momento preciso, en el lugar exacto, en el momento correcto. Córner a favor de Gremio, un rebote tras otro, y el balón siempre llega donde están los killers, voleón y Luis Suárez ya tenía su primer triplete el día de su debut con Gremio.
/Marca
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