
Con dos goles de Joaquín Larrivey, Universidad de Chile se impuso en el Norte a un rival que dio tempranamente la ventaja de quedar con diez jugadores en cancha.
«Sean un poco más objetivos y no critiquen tanto a Universidad de Chile. Es demasiado, es injusto»
Pablo Aránguiz se refería de esta manera a la forma como la prensa y sus propias hinchas se han expresado en redes sociales por el juego de los azules.
Porque, es cierto, la U no termina de convencer a moros y cristianos con su rendimiento, pero también hay un hecho inobjetable: con este triunfo en Antofagasta llega a 11 puntos y se pone a tiro de los punteros que tienen 12 unidades. (Audax Italiano puede irse a 15 si le gana en un rato más a Cobresal).
Más aún, Universidad de Chile suma ahora un punto más que Colo Colo y tiene un partido menos que los albos. Sin embargo, para el»archirrival» solamente se escuchan y se leen elogios…No se, hay algo aquí que no concuerda.
EXPULSIÓN DE SOSA
Está claro y es una situación que no puede obviarse: la expulsión de Lukas Sosa a los 31 minutos fue determinante.
Porque Deportes Antofagasta no está en condiciones de darle un jugador de ventaja durante una hora a Universidad de Chile.
Esto, pese a que mal que mal se la arregló en el primer tiempo el conjunto dirigido por Juan José Ribera para aguantar el partido y establecer una cierta línea de equilibrio en el juego. cCon pocas llegadas a ambos arcos, el cero a cero fue el resultado lógico para esos 45 minutos.
UN CAMBIO AFORTUNADO
Lo reconoció el propio Rafael Dudamel, en conversación con TNT: «Gonzalo Espinoza ya tenía tarjeta amarilla y por sus características de juego siemprev es un hombre que está expuesto al roce. Por lo mismo, pese a que es un hombre muy importante para nosotros preferí cuidarlo. Usted sabe, el árbitro ya había expulsado a un jugador de Antofagasta y en cualquier momento, en forma inconciente decidía hacer justicia y nos dejaba también con diez».
Claramente, un cambio obligo. Que resultó, a la vez, un cambio muy afortunado.
Porque quien ingresó fue Nahuel Luján y el argentino abrió la cancha, transformándose en el jugador preciso para desarticular el tramado defensivo con el que Antofagasta pretendía sostener el partido
EL TALENTO Y EL GOLEADOR
Se juntaron ambos en el momento preciso (10 minutos del segundo tiempo), porque si el partido seguía avanzando el equipo que está en ventaja numérica comienza a ponerse nervio y el otro va solidifándose en su resistencia.
El talento lo aporta en Universidad de Chile, su volante creativo, Pablo Aránguiz.
Y el gol es propiedad en la U de Joaquín Larrivey.
Desbordó Aranguiz por la derecha, se metió al área, enfrentó al Nacho González, escucho que Larrivey le gritaba por el medio y sin mirar le cruzó la pelota. El argentino no tuvo más que empujarla para abrir la cuenta.
Y el 2-0 fue la anotación típica del goleador por excencia. Minuto 62´, muy buena proyección de Yonathan Andía por derecha, centro preciso para Larrivey, que cabeceó casi por inercia («No vi la pelota, me molestó el sol»), rechazó en gran estirada de González, inisistencia del ariete desde el suelo y la pelota adentro.
DESCUENTO QUE SIRVIÓ SOLO PARA EL HONOR
Aunque fue un muy buen gol de Byron Nieto, ya que tocó con mucha clase un centro bajo que llegaba desde la derecha y dejó sin ninguna chance a Fernando de Paul.
Fue el descuento de Deportes Antofagasta y sirvió para hacer menos rotunda la derrota de un equipo que sólo tiene 7 puntos, está muy abajo en la tabla y claramente no ha respondido a lo que se esperaba por plantel y cuerpo técnico.
Lo cierto es que a contar de ese momento (minuto 77´), Universidad de Chile decididó cerrar el resultado (entró Diego Carrasco y sin tapujos se lo dijo a sus compañeros: línea de 5) y lo hizo bien.
Porque es un equipo con oficio, sólido en defensa, con una defensa de centrales que parece rústica (Arias y González), pero que se ha ido consolidando y no es fácil superarla. Con un lateral por derecha, Yonathan Andía, que sube menos que en La Calera, pero que en cualquier faceta es de lo mejorcito que tiene el fútbol chileno en ese puesto y con un juvenil como Marcelo Morales que ha demostrado conocer el puesto y a sus 17 años se ha ganado merecidamente la condición de titular.
Con todo eso a Universidad de Chile, por ahora, le basta y le sobra. Obviamente no es ni será el Barcelona ni el Manchester City, pero para el medio local está bastante bien y es muy poco lo que tiene que envidiarle al resto. Aunque la rítica y los hinchas digan lo contrario.
/ por Gabriel Ayala Espejo: Fotos twitter Deportes Antofagasta y Universidad de Chile
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