José Ernesto Amador es el personaje más misterioso de todos los que integran la delegación chilena en Taca da Raposa. De profesión fisioterapeuta y nacionalidad cubana, manda más que el doctor Carcuro a la hora de tomar decisiones. De hecho, él autorizó a Vidal a jugar ante Irlanda y también decidirá el futuro del crack de la Juventus en el Mundial.
BELO HORIZONTE.- Giovanni Carcuro es el médico jefe de la selección chilena y una eminencia en medicina deportiva. Sin embargo, su labor en «la roja» ha terminado limitándose a atender a los jugadores lesionados, pero a la hora de decidir el alta de cada uno de ellos, Sampaoli simplemente no lo toma en cuenta.
¿Por qué? Porque el jefe técnico del plantel nacional tiene su propio «médico de cabecera» – aunque no es médico y supuestamente tiene el título de fisioterapeuta- y es un profesional llamado José Ernesto Amador (el de negro, en la foto), a quien todos en Juan Pinto Durán conocen como «el brujo cubano».
De hecho, es un secreto a voces que él fue quien decidió que jugara Vidal en esos minutos tan cuestionados ante Irlanda del Norte, pese a la oposición de Giovanni Carcuro.
Más aún, todos los que han podido ingresar a Taca da Raposa han visto que Arturo Vidal sólo trabaja con Amador.
Y el cubano es quien le ha insistido a Sampaoli para que espere hasta el último al jugador de la Juventus, porque él lo tendrá a punto, incluso para el partido con Australia
Pero…¿quién es este fisoterapeuta cubano?
ESTA ES SU HISTORIA
El cabezazo de Agustín Delgado lleva la pelota al fondo del arco y el Estadio Atahualpa de Quito estalla por segunda vez. La ventaja sobre Argentina ya es de 2-0 y Ecuador se encamina a su segunda clasificación seguida a un Mundial, esta vez al de Alemania 2006. El delantero festeja con moderación, a pesar de que es el primer partido por su país en casi un año.
Cuando repasa las imágenes de ese 4 de junio de 2005 en su mente, Delgado, hoy retirado y dedicado a la política como asambleísta nacional, también recuerda a José Ernesto Amador. En los seis meses anteriores a ese partido, Delgado estuvo en Guayaquil. Trabajó todas las tardes, de lunes a viernes, en el Centro Médico de la Federación Deportiva Nacional (Fedenador) junto al fisioterapeuta cubano. Una vieja lesión en la columna, producto de dos hernias discales que comprometían el nervio ciático, no le permitía entrenar en Barcelona. El retiro se veía cerca. Las extensas sesiones incluían diversas técnicas. Se usaban máquinas, pero también acupuntura, crioterapia (tratamiento con frío) y muchos masajes profundos en la zona.
“Realmente sabe palpar el problema”, cuenta Delgado. “Utiliza las manos muy bien y soluciona con ellas los problemas. Eran más importantes que las máquinas. Sabe mucho de cosas diferentes y todo eso me permitió alargar un poco más mi carrera y estar más tranquilo”, agrega. Se retiró en 2009, luego de ganar la Copa Libertadores con Liga Deportiva Universitaria un año antes.
El primer semestre de 2012 fue una pesadilla para el defensa ecuatoriano Eduardo Morante. Universidad de Chile, campeón de la Copa Sudamericana 2011, había comprado su pase en dos millones de dólares, el segundo mayor precio jamás pagados por un club chileno, después del colombiano Macnelly Torres. Las altas expectativas contrastaron con su escasa participación, de apenas un partido, por diversas lesiones.
En abril, Sampaoli se puso en contacto con Amador, que recientemente había sido despedido de Emelec, aunque un primer acercamiento se había dado unos meses antes, cuando la “U” jugó la final de la Sudamericana en Ecuador. Como el cubano ya había tratado a Morante, el casildense le pidió ayudar en el proceso de recuperación. Desde un comienzo se le presentó como experto en terapias alternativas, como acupuntura y reflexología, por lo que los medios lo presentaron con el rótulo de “sanador” o “curandero”, como si sus habilidades estuvieran en el ámbito de lo místico o lo mágico.
“Nos reíamos cuando escuchábamos eso. Eso de sanador o curandero no tiene nada que ver con lo que hace, lo ponían sólo porque es cubano”, explica su amigo Aldo Vanoni, dirigente de la Asociación de Fútbol del Guayas y antiguo paciente.
En Universidad de Chile explican que su labor en el club fue breve y se enfocó exclusivamente en la rehabilitación de Morante. Los especialistas chilenos que presenciaron el tratamiento no quedaron particularmente admirados, salvo con su trabajo manual. “Tenía una técnica diferente”, dice un integrante del equipo médico de los azules.
Amador no estuvo mucho tiempo en el país. Primero estuvo por 10 días y luego regresó para concluir el programa. “El tratamiento dio resultado, pero por apurarme yo, me jodí de nuevo”, comenta brevemente Morante, que hoy está a préstamo en Deportivo Cuenca. En el segundo semestre de 2012, sus actuaciones seguirían siendo intermitentes.
Aunque la intención de Sampaoli era establecer un contrato de trabajo permanente con el cubano, este no quiso quedarse. Sus padres, José y Soledad, lo esperaban en Guayaquil, tenía una clínica propia en toda la esquina de Angel Barrera con Miguel Alcivar y hace poco había conseguido la naturalización. Toda su vida estaba en Ecuador.
Julio Ramírez, el ex presidente de Fedenador, asegura que fue él quien llevó a Amador a Guayaquil. Un convenio entre su organismo y Cuba Deportes permitió un intercambio que llevó a numerosos profesionales isleños de la medicina deportiva a Ecuador. Ramírez no recuerda la fecha exacta de su llegada, pero de acuerdo con la solicitud de nacionalización de Amador, publicada el 13 de diciembre de 2011, su visa de inmigrante data del 21 de diciembre de 2000. “Lo traje por su currículum, que era bueno y porque era joven y soltero, lo que me garantizaba un trabajo a tiempo completo”, dice Ramírez.
Amador asumió como jefe del Centro Médico de Rehabilitación, donde atendía a deportistas de las más diversas disciplinas, pero también a cualquier persona que solicitara una cita. Sus turnos eran largos y se ampliaron a medida que los futbolistas de Emelec y Barcelona se enteraron de sus capacidades. Se les atendía a partir de las 19 horas, para que ni hinchas ni periodistas los molestaran. “Trabajaba bastante con acupuntura y con sus dedos. El centro pasaba lleno”, recuerda Ramírez, que lo dejó encargado de los casos especiales.
Uno de ellos fue la rehabilitación de José Francisco Cevallos, arquero de la selección ecuatoriana que estuvo en Corea-Japón 2002 y actual ministro de Deportes del gobierno de Rafael Correa. Por esa misma época sus manos trataron a otros símbolos del “Tri” como Iván Kaviedes y a Agustín Delgado. Su reputación como fisioterapeuta crecía velozmente a nivel nacional.
Nassib Neme, presidente de Emelec, decidió adelantarse a sus rivales de Barcelona y quedarse exclusivamente con los servicios de Amador, integrándolo a su staff médico. Estuvo allí desde 2009 hasta inicios de 2012, cuando el enfrentamiento con la directiva terminó con su salida.
Uno de los supuestos motivos fue la polémica por la lesión del arquero Javier Klimowicz, que estuvo casi dos años sin jugar luego de que una lesión aparentemente simple en la rodilla izquierda se complicara. El doctor Efraín Paredes acusó a Amador de pasar a llevar su autoridad y de recetarle medicamentos cubanos sin registro sanitario. Aunque el portero estuvo casi dos años sin jugar, nunca culpó al cubano: “Estuvo conmigo en momentos difíciles y tengo un gran concepto de él. No puedo creer que haya hecho mal su trabajo. El se fue con un problema con el presidente, no por mi lesión”.
Según cercanos a Amador, a Neme no le parecía que el fisioterapeuta todavía viera clientes en su clínica y por eso lo despidió. “Sólo puedo decirle que fue despedido y que no tenemos buenos recuerdos de él”, dice Neme.
Desde que aceptó la propuesta de Sampaoli, a fines de 2012, Amador va y viene de Chile. Está en contacto permanente con Jorge Desio para saber del trabajo de todos los seleccionados y viaja a ayudar en sus recuperaciones cuando hace falta. Lo ha hecho con Jorge Valdivia, en Brasil, e incluso – en su momento-por Mark González, viajo a Rusia y posteriormente lo trató en secreto en Ecuador, donde “Speedy” estuvo un mes antes de firmar por Universidad Católica.
Al trabajo de Chile se integró a full time el 2 de mayo, para prevenir lesiones y recuperar lesionados antes del Mundial y especialmente para abocarse al tema Arturo Vidal. Contactado en algún momento por el diario La Tercera no quiso dar entrevista, sólo dijo que ahora residía en Miami con su familia y opta por el silencio. Según él, no le interesa vender su imagen y que su cercanía con Sampaoli es sólo profesional. Para mantener ese halo de misterio sobre su figura dice que nadie, ni siquiera sus amigos, pueden hablar de su trabajo con propiedad. Que sólo él sabe la verdad de la milagrosa recuperación de Vidal.
/Fuente/Diario La tercera/
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