
En el fútbol se habla de partido de seis puntos cuando lo que se juega en cancha es muy importante.
Y este vaya que si lo era.
Si miramos la Tabla de los Promedios del descenso, antes de que comenzara a rodar la pelota en el Nacional, encontramos en último lugar y por ahora descendiendo a Deportes Iquique con 1.032. Y le anteceden precisamente Universidad de Chile (1.176) y la Universidad de Concepción (1.052)
¿Partido de seis puntos? No, este era de 9 o más…
Y así se entró a jugar a la cancha. Con más nervios que técnica. Con más pierna fuerte que lujos. Con más ganas y entrega que fútbol.
Por supuesto, también con muchas polémicas y emociones.
La mayoría de estas últimas en el arco de Reyes: un remate de Montillo antes de los 10 minutos que devolvió el travesaño, un cabezazo de Rodríguez que devolvió el poste derecho y un «casi autogol» que no lo fue por obra y gracia del otro poste, el derecho.
Por el lado del Tuto De Paul, una pelota que Waterman empalmó en el área chica, con el arquero vencido y que se fue elevada por sobre el travesaño
Y si de polémicas hablamos, cuesta entender porque a los pocos minutos el árbitro Juan Lara ni siquiera fue a consultar el VAR en lo que pareció una clara infracción penal de Casanova a Cabrera.
SEGUNDO TIEMPO
Eso en el primer tiempo, porque comenzando la etapa de complemento Quinteros tuvo el gol, enfrentando solo a De Paul y el arquero achicó en forma magistral para detener el remate del delantero.
Y la U respondió con dos jugadas espectaculares de Lenis. Primero, el colombiano se sacó a media defensa penquista y su centro fue despejado desde la raya por Ramírez. Y casi a continuación, a los 6 minutos, otra vez encaró por la derecha, en diagonal, eludiendo adversarios con calidad y algo de suerte (porque un rebote le dejó la pelota servida) y esta vez derrotó a Reyes con un zurdazo bajo al primer palo.
Pudo empatarlo casi de inmediato el equipo del Campanil: una pelota que perdió Matías Rodríguez, centro que no pudo empalmar Waterman (De Paul se jugó la vida yendo a tapar el remate) y posteriormente le quedó a Cabrera, en área chica y sin arquero…y la tiró por sobre el travesaño.
Y otra vez se dio un viejo axioma no escrito del fútbol: gol que se pierde en un arco se convierte en el otro.
Espinoza recuperó una pelota en el medio campo y abrió hacia la izquierda. Gran jugada individual de Aránguiz, centro rasante y empalme de Lenis en el segundo palo para sentenciar el partido.
Así, con el delantero colombiano como goleador y figura excluyente, Universidad de Chile ganó este partido tan importante.
Para muestra, un botón: ahora los azules puede mirar con tranquilidad y muy hacia abajo la Tabla del descenso. No se puede decir que esté salvada del todo, pero casi…
Y aunque parezca un contrasentido, ahora la U perfectamente puede aspirar a meterse incluso en la Copa Libertadores de América, porque se acercó muchísimo a Antofagasta, que es el cuarto por ahora en discordia.
Ahora bien, que la alegría por este resultado tan importante no tape los errores que aún cometen los azules, especialmente en defensa. Vean el video, revisen los goles que evitó De Paul y después conversamos.
/por Gerardo Ayala Pizarro
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