Se celebró y punto, sin análisis ni criterio, sólo por el gusto de festejar. Y eso no le hace mal a nadie (salvo cuando los desubicados de siempre provocan desórdenes y saqueos, como los que hubo en Plaza Italia). Lo que si haría mucho mal sería que esta victoria tapara deficiencias mostradas por el equipo de Sampaoli que sólo pueden permitirse ante un rival tan débil como lo era Australia.
Columna de Opinión de Gerardo Ayala Pizarro
SANTIAGO.- Quiero entender que por haber sido un día viernes y que la noche recién estaba comenzando. Por lo mismo, hora y día ideal para festejo, no importando mayormente el motivo. Porque, de otra manera no me explico el desborde de jubilo que se apoderó del país sólo por haberle ganado a Australia. Siempre he criticado a los tontos graves y a los amargados, que todos lo ven negro. Por lo mismo, evito parecerme a esa gente. Pero, aún así, reitero, no me explico el desborde de jubilo que se apoderó del país por haberle ganado a Australia.
Es importante comenzar un Mundial con una victoria, por cierto; y bajo ese punto de vista, nadie puede negar que ya los tres primeros puntos están adentro, lo que asociado a la goleada sufrida por España, evidentemente deja la clasificación bastante más cerca de lo que estaba antes del inicio de este Grupo B.
Pero, más allá de todo eso, no puedo obviar que solamente le ganamos a Australia, de todas las selecciones que participan en el Mundial, la más débil. Según el último ranking FIFA, los oceánicos están en el lugar 62, superados incluso por Corea del Norte (57) y Camerún (56). Y obviamente, muy lejos de Chile, que se ubica en el puesto 14 de este escalafón mundial.
Por último, que más da. Se celebró y punto, sin análisis ni criterio, sólo por el gusto de festejar. Y eso no le hace mal a nadie (salvo cuando los desubicados de siempre provocan desórdenes y saqueos, como los que hubo en Plaza Italia)
Lo que si haría mucho mal sería que esta victoria tapara deficiencias mostradas por el equipo de Sampaoli, que sólo pueden permitirse ante un rival tan débil como lo era Australia.
PONER LA PELOTA CONTRA EL PISO
Como primera cosa, hay que poner la pelota contra el piso, cosa que no hicieron los hinchas, pero que tampoco hizo el equipo. Salvo los primeros minutos, cuando Chile tuvo la paciencia necesaria para esperar que se produjera un flanco en la poblada defensa cangura y que gracias a eso encontró rápidamente dos goles, que tendrían que haber sido el comienzo para una jornada tranquila y una goleada que diera una diferencia importante, de cara a un eventual empate en puntos al término de las tres fechas.
Sin embargo, de ahí en adelante, Chile confundió velocidad con apresuramiento y trató de jugar todo a cien kilómetros por hora. Eso es imposible y se traduce en lo que ocurrió en la cancha de Guiaba. Por cada pase a un rojo se le entregaban dos al contrario. El mejor ejemplo de esta confusión fue Jorge Valdivia, seguramente uno de los jugadores más talentosos de los que juegan en este Mundial. Pero, el «Mago» por querer hacerlo todo de primera y a velocidad extrema, perdió esa claridad que tiene para poner la pelota, con la precisión de un cirujano, en lugares donde le hacen mucho daño a la defensa adversario.
Revise el video del partido y comprobará que, teniendo mucho la pelota, el volante del Palmeiras tuvo un acierto tremendo en el segundo gol, al ver adelantado al arquero y meterle la pelota junto al travesaño. Pero, en lo que es su fuerte, el pase-gol con ventaja, lo intentó muchas veces y no le resultó nunca.
VIDAL, ASÍ NO PUEDE JUGAR
Cuesta entender que es lo se pretende al pedirle a Arturo Vidal un sacrificio casi inhumano. Porque, quien es en condiciones normales, uno de los mejores volantes del mundo, así como está ahora, convalesciente de una operación, aporta poco y nada. No es su culpa, por supuesto, pero al día de hoy es un jugador que no puede ni marcar, ni trancar, porque su rodilla aún no está en condiciones de hacerlo. Y menos aún tiene el despliegue necesario para ese ida y vuelta que lo transformó en titular indiscutido en la Juventus. Cuidado con esto último, que es más que un detalle, porque como Valdivia tampoco se destaca por su colaboración para recuperar balones y ayudar a sus dos compañeros de defensa, tener en medio campo a dos jugadores en estas condiciones es una ventaja que solamente se puede dar Chile al jugar contra Australia. Contra España y Holanda nos podría costar muy caro.
HAY QUE HACER CRECER UN POCO A LA DEFENSA
Obviamente, milagros, a esta altura, no son posibles. y por lo tanto, Gonzalo Jara y Gary Medel van a seguir perdiendo de alto con cualquier delantero que tenga las características del australiano Cahill (Por ejemplo, Raúl o Van Persie). Además, ya es muy tarde para solucionar el error de haber dejado en casa a Osvaldo González (que nadie comprende porqué no estuvo ni siquiera entre los primeros 30 nominados) y Marcos González ( que se fue para la casa inexplicablemente, porque Sampaoli le debe gran parte de la obtención de la Copa Sudamericana a su fortaleza en el juego aéreo).Por lo mismo, hay que arreglarse con lo que se tiene, que tampoco es mucho. Pero, por lo menos el sueco Miiko Albornoz aportaría algunos centímetros más de estatura, lo propio que Mauricio Pinilla.
Y no me vengan con eso de que el tamaño no importa: Australia nos ganó todos los centros que cayeron en el área chilena, nos hizo un gol así, le anularon otro, obligaron a la mejor tapada de Bravo en el partido y hubo un penal no sancionado (agarrón de Jara a Cahill, que igual cabeceó al arco chileno).
PARAR LA EXIGENCIA FÍSICA PARA TENER MEJOR RENDIMIENTO FÍSICO
El equipo chileno, por angas o por mangas, no aguanta los noventa minutos al mismo ritmo. Y no le echemos la culpa al calor de una tierra tropical, porque está claro que los australiano no jugaron a la sombrita precisamente y se vieron mejor en este aspecto que los chilenos.
Este equipo está saturado de sobrecargas físicas, lo que puede entenderse en una pretemporada, pero no en un campeonato mismo y menos aún cuando vienes saliendo de ligas extenuantes, como son las europeas.
Ya en los tramos finales de la clasificación (recordar los segundos tiempos contra Colombia y Ecuador) Chile fue perdiendo fuelle a medida que avanzaba el partido y terminó siendo sobre pasado físicamente por sus adversarios.
Lo propio ocurrió durante gran parte del segundo tiempo contra Australia y la solución la encontró Sampaoli con los dos cambios que hizo, ya que Felipe Gutiérrez supo recuperar la pelota cuando los australianos buscaban el empate y Jean Beausejour fue fundamental aportando piernas nuevas por todo el callejón izquierdo del equipo rojo.
DETALLES SOLUCIONABLES
Salvo aquello de la estatura, los otros defectos mostrados por Chile son corregibles y trabajables. Lo que permite ser optimistas, si le agregamos las virtudes innegables que tiene este equipo, tanto en lo colectivo como en lo individual.
Por sobre todas las cosas, este es un grupo solidario y en el que se nota la buena onda, algo fundamental cuando se pretende obtener algo. Además, es un equipo que está convencido de que tiene las armas para jugar de igual a igual con cualquiera y para intentar ser protagonista en cualquier circunstancia.
Con esa base, más un arquero que da garantías como Bravo; un crack como Medel en el fondo, dos laterales volantes (Isla y Mena) con buena proyección ofensiva, dos volantes que se complementan a la perfección como Marcelo Diaz y Charles Aránguiz , un delantero de categoría mundial como Alexis Sánchez, Chile y otro que aporta gol como Eduardo Vargas, puede perfectamente optar a clasificar en su grupo.
Entendiendo por cierto que ahora jugamos con uno de verdad y que llegará herido por la goleada que le propinó Holanda. Además, no podemos olvidar que la diferencia de goles nos favorece abiertamente y por lo mismo, hasta un empate con España sería un muy buen resultado.
Mejor aún que el haberle ganado como se le ganó a Australia y dando más motivos para celebrar que los que había la pasada noche de viernes.
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